Disponen de varios menús para probar sus especialidades y, además, una gran variedad de pescados a la brasa (y también buenos chuletones para los más carnívoros) Optamos por un menú degustación (45€) porque tenía percebes (que yo tenía antojo) y lo regamos con un Terras Gauda O Rosal que no estaba incluido en el precio del menú. Tienen menús desde 20€ y también una amplia carta de pescados. A pesar de que había mucha gente, el servicio fue muy bueno: amable y rápido.
Comenzamos con los percebes recién cocidos, para abrir boca. Después unas deliciosas navajas a la plancha, pequeñas y delicadas. Las almejas a la marinera tenían una salsa dulzona muy sabrosa y eran unas almejas de primera. Y por fin, el plato fuerte: una lubina como no habíamos probado nunca. Perfectamente asada en la brasa y que sale limpia (sin espinas) a la mesa cortada en raciones. Hasta la piel tostadita nos comimos. De postre, todo casero, tarta de queso y tarta de manzana. Todo buenísimo.
Lo mejor, al salir del restaurante, tumbarse en la arena blanca y fina de la playa de Langosteira. El baño es para valientes porque el agua está helada, pero la sobremesa en la playa con el sol y la brisa es sublime.
Playa de Langosteira (Finisterre) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario